El blog de Víctor Sanginés

Tras fracasar en su intento de obtener la mayoría suficiente para gobernar Madrid, la condesa cazatalentos, malherida, lanza zarpazos en todas direcciones: tan pronto ofrece la alcaldía al PSOE en un frente anti Podemos, como propone encabezar un gobierno de concentración integrando a Carmena, su particular bestia negra.

Más allá de la vergüenza ajena que provocan, las salidas de Aguirre en cierta medida no sorprenden: se asumen como características del personaje.

“La palabra de un vasco es Ley”, decía abuela Rosario. Y se indignaba cuando escuchaba hablar del terrorismo que asolaba su tierra natal.

La recuerdo con nitidez, apretando los puños frente a la televisión ante el relato de cada asesinato, de cada bomba, de cada comunicado de aquellos encapuchados a los que tachaba de gentuza. Tenía genio, mi abuela, pero nunca derrochaba tantos adjetivos como cuando se hablaba de ETA.

Es hora de balances. La inmediatez de las elecciones locales y autonómicas del próximo mes de mayo está provocando que Cándido Reguera se vea envuelto en un auténtico frenesí mediático, tratando de proyectar la imagen del alcalde que no ha sido.

Pero no será con más fotos, ni con más entrevistas, ni con más publireportajes, con lo que Cándido Reguera podrá borrar la imagen de un grupo de concejales, y sus innumerables asesores, sumidos en la desgana y la monotonía, que lo confían todo a la fanfarria mediática, al bombo y al platillo.

Los populares de Rajoy han exprimido los plazos hasta la cáscara antes de dar pistas sobre sus propuestas autonómicas y municipales, no sé si para evitar que la respuesta de sus oponentes afecte a la campaña o porque no tienen muy claro qué decir.

Llevan tanto tiempo asistiendo como convidados de piedra al desgaste paulatino del Gobierno por la crisis, que han olvidado que les iba a llegar, también a ellos, el tiempo de elaborar programas y las fechas electorales.

Mi compañero José Montelongo, candidato socialista a la alcaldía de Arrecife, solicitó hace un mes los informes de valoración del Islote del Francés, que se han revelado inexistentes. Abracadabra, ahora están, ahora no están.

Esa petición no se hizo en el aire. Fue motivada por las afirmaciones del concejal del PNL, Pedro de Armas, que aseguró que, según una tasación municipal en su poder, el citado islote valía una pasta.